CARACTERÍSTICAS O DATOS DE INTERÉS

La vertiente meridional del monte Kilimanjaro está habitada por granjeros en el cinturón selvático que rodea el volcán, desde los 1800 metros a los 3000 metros sobre el nivel del mar. En cambio, en las laderas septentrionales, la población es escasa: aquí la agricultura se limita al cultivo del piretro, que se utiliza en la producción de las insecticidas para la exportación.
Los granjeros de las laderas meridionales pertenecen a varios grupos tribales, pero en su mayoría son chagas, miembros de una de las tribus con más nivel de vida, mejor organizadas y más modernas de África.

Éstas, se encuentran hoy con unso 500.000 individuos. En los suaves, húmedos y fertiles suelos volcánicos del Kilimanjaro, las chagas cultivan una gran variedad de vegetales. Los chagas creen que Ruwa, el dios del kilimajaro, les habla a través de las fuentes que brotan en las laderas de la colosal montaña y les proporciona agua para sus campos.Ésta, es una montaña que ha inspirado muchas leyendas inmunerables, de las cuales circulan todavía entre la gente que vive en sus proximidades. Una de ellas, asignada a los masai, habla de un antiguo trono guardado en Kibo. Según dicha leyenda, Menelik, hijo del rey Salomón y de la reina Saba, salió un día de su palacio para conquistar nuevas tierras más allá de las fronteras de su reino.      

El soberano logró victoria tras victoria, reuniendo grandes tesoros por donde quiera que fuera; pero, con el tiempo, se cansó de sus empresas y decidió volver a su país. Y entonces, al abandonar la región de la actual Tanzania, el camino que seguía se vio interrumpido. Convencido de que el macizo era el lugar más alto de la Tierra y que por esa razón Ngai, su dios, debía de vivir en su cumbre, Menelik decidió emprender la ascensión del monte en busca del apoyo de la divinidad, ya que se encontraba enfermo y sentía que su fin estaba próximo. Menelik convocó a sus más fieles y esforzados guerreros para que lo acompañaran hasta las proximidades del cráter, el lugar de las nieves perpetuas. Pero desde este punto continuó solo, llevando consigo sus más preciados tesoros. Cuando alcanzó la cima, Menelik cayó en brazos de Ngai. El dios lo acogió amorosamente y lo llevó a un trono que había preparado especialmente para el emprendedor soberano. Y en el preciso momento en que se sentaba en él, Menelik recuperó su salud y su vigor...Dicen que Menelik reina allí todavía, mostrando su tolerancia hacia cualquiera que escale el Kilimajaro en honor suyo.             
Pero su tesoro continúa siendo inviolable, enterrado profundamente en el hielo y bajo el ojo eternamente vigilante de Ngai. Desde entonces y hasta ahora, todos los escaladores que intentan adentrarse en el interior del cráter, ven un solitario y extraño pináculo de hielo que se encuentra, enigmático, en medio de restos de lava. Nadie sabe exactamente lo que es...Pero todo el mundo quiere creer que este mudo y helado monumento no es otra cosa que aquel extraordinario trono ofrecido a Menelik y que sigue en pie, eternizado, con la vida que le diera una leyenda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario